Soy persona con un 65% de discapacidad física reconocida oficialmente (incidencia nº 1701468, pedido nº 775102).
Vivo solo y tengo imposibilidad de cargar pesos como una caldera de 30 kg.
A pesar de mi situación y de haberles enviado mi tarjeta acreditativa, Leroy Merlin pretende cobrarme 30 € por subir la caldera hasta la puerta de mi casa, obligándome a recogerla yo mismo en la calle si no acepto ese pago.
Esto supone un trato discriminatorio hacia una persona discapacitada, contrario a la normativa de accesibilidad y a los derechos de los consumidores.
He puesto reclamación formal y pienso acudir a Consumo, porque no se puede permitir que una empresa de esta magnitud vulnere de esta forma los derechos de quienes más protección necesitamos.
Pido a Leroy Merlin que rectifique esta política y que no vuelva a obligar a ninguna persona discapacitada a pagar un sobrecoste injusto para recibir un producto en condiciones.
Curiosamente, después de denunciar aquí públicamente que Leroy Merlin me discrimina por mi discapacidad, lo único que recibo como respuesta es un mensaje automático felicitándome por ser ‘Aprendiz’. Qué contraste tan indignante entre mi problema real y el ‘premio simbólico’ que me otorgan. Ojalá pusieran el mismo empeño en cumplir con la ley y respetar los derechos de las personas discapacitadas que en gamificar un foro.
