

La idea de climatizar nuestras estancias estriba en el hecho de no depender tanto de las energías eléctricas, puesto que su uso a largo plazo termina por perjudicar al medio ambiente. En su lugar vamos a optar por un método más tradicional, como ya se hacía en la Edad Media con los tapices en las ventanas y suelos para impedir la entrada del frío. Por lo tanto, tomando el ejemplo del medievo, utilizaremos tanto alfombras, como cortinas como si actuasen de "aislante" para retener la mayor cantidad de calor posible y evitar el frío. Está práctica no sólo está pensada para los suelos de terrazo, pues sólo de verlos la piedra transmite frío, sino que también se puede utilizar en parquet, protegiendo el mismo contra arañazos. Algunas de las alfombras que mayor éxito tienen son: