Recogí de un descampado esta caja de fruta que estaba destrozada y decidí darle otra oportunidad. La limpie y lijé a fondo, y quité los herrajes antiguos que estaban oxidados para limpiarlos con vinagre. Una vez todo limpio la pinté con pintura satinada negra y le coloqué para reforzarla unos herrajes dorados en las esquinas. Para finalizar, la decoré con un stencil en color dorado. Y voila!!! Aquí está la caja donde he decidido meter los utensilios de jardinería de la terraza.