En la pared del recibidor de la casa donde vivimos temporalmente había un espejo muy grande que había recibido algún golpe y una de sus esquinas estaba rota.
Quitamos las planchas de espejo e instalamos una azulejo de aspecto rústico, compramos un espejo más pequeño y un pequeño mueble con la medida perfecta para ese espacio.
Los dueños de este piso son falleros así que la decoración, como se ve en la imagen, tiene algo que ver con su fiesta.




