Durante la carrera de Bellas Artes realicé una serie de cerámicas decorativas inspiradas en los platos de los patios andaluces. Las formas eran mucho más orgánicas y decidí colgarlos en la pared de mi cocina a modo de decoración.
Realicé la composición de manera ordenada, y colgué las piezas dejando separaciones entre las mismas, formando entre todas un mapa imaginario.
Para la sujeción de las piezas utilicé un sistema de retención específico para colgar platos sin necesidad de hacerles agujeros o estropearlos con pegamentos.
Para colgarlos usé la forma más tradicional: agujero con taladro, una pieza de taco "espiche" y una alcayata con punta de tornillo.
El resultado final es un conjunto decorativo para la pared de la mesa de mi cocina.