Colgar el cuadro fue una labor impecable gracias a las alcayatas de alta calidad de Leroy Merlín y a los utensilios adecuados: taladro, nivel, metro y tacos de pared. Con precisión milimétrica y materiales fiables, el resultado fue un cuadro perfectamente alineado y seguro. Una tarea sencilla convertida en un trabajo de calidad que realza la pared y demuestra la importancia de contar con buenos acabados.