
Paquita es una gatita encantadora, como se puede observar a simple vista. Es buena, cariñosa y le encanta jugar. Pero como cualquier felino, tiene ese punto travieso y de locura que les diferencia de cualquier otra especie.
Los que tenemos este tipo de animales en casa sabemos lo difícil que es tenerlos controlados en cada momento. Por eso, se me ocurrió que la mejor manera de que esta granuja de cuatro patas no se volviera a escapar por la ventana mientras estaba cocinando, era la de fabricar una falsa ventana de seguridad hecha con listones de madera y malla metálica.
Materiales y herramientas utilizados:

Paso a paso:
1. En primer lugar, he tomado nota de las medidas del interior de la ventana.
2. Luego, con la ayuda de un flexómetro y un lápiz de carpintero, he marcado los listones de madera con las medidas anteriores.

3. Después, he cortado con la sierra de calar y una hoja de sierra para madera uno a uno los listones por la parte señalada.

4. He unido las cuatro partes de los listones entre sí, atornillando con un destornillador Pz2 para madera en cada unión para formar un rectángulo.

5. He medido con el flexómetro de interior a interior de los listones superior e inferior.
6. He cortado un listón a esa medida y lo he colocado justo en medio para crear más resistencia en el interior del rectángulo.
7. He atornillado de nuevo por ambos lados de los extremos del listón por la parte interior.
8. Con la ayuda de una grapadora y grapas para tapizar, he ido colocando la malla metálica por alrededor de toda la madera.

9. Con un alicate, he cortado todo el sobrante de la malla metálica.
10. Con un taladro percutor y una broca para hormigón de 5 mm, he realizado cuatro agujeros en cada lateral de la ventana. Unos en la parte superior y otros en la parte inferior de cada lado.
11. Seguidamente, he colocado los tacos y las escarpias en cada agujero.

12. He presentado la falsa ventana, señalando con el lápiz en la madera dónde colocar las hembrillas cerradas.

13. He colocado las hembrillas en cada marca señalada anteriormente.

14. Finalmente, he encajado las hembrillas cerradas con las escarpias, sujetándolas entre sí, y obteniendo el resultado deseado.

Era importante colocar la falsa ventana con la malla adecuadamente, puesta de manera que Paquita no pudiera empujarla con sus patitas y deshacer toda la malla. Como podemos observar, Paquita curiosea de primeras lo que sabe que desde ahora será todo un obstáculo para poder seguir haciendo de las suyas.

Sin duda, pronto se dará cuenta que por este lugar ya no podrá realizar sus travesuras.

Espero que os guste la nueva ventana de Paquita, a ella creo que no le hace mucha gracia, pero hay que velar por su seguridad aunque no nos guste la idea de cortarle el paso.