Cuando compré mi casa, también adquirí bastante mobiliario del anterior propietario. Muchas cosas no me entusiasmaban, pero decidí darles poco a poco un nuevo aspecto y, con ello, una nueva vida. Así puedo reutilizarlos y amueblar a mi gusto, sin prisa.
Tras buscar información e inspiración, opté por la chalk paint. Siempre sigo los mismos y sencillos pasos: primero limpio bien la superficie del mueble; una vez seca, doy un lijado suave para abrir el poro; retiro el polvo y está listo para pintar.
Suelo aplicar mínimo dos manos de pintura a la tiza, con un suave lijado entre capa y capa. Para rematar y proteger, uso un barniz al agua o el barniz específico para pintura a la tiza que encuentro sin problema en Leroy Merlin.
Me encanta jugar y diseñar proyectos con distintos colores, además de añadir papel pintado, dibujos o técnicas como el decoupage. Puedes ponerle lo que más te guste y se te ocurra, creando muebles personalizados y súper originales.