
Está habitación era zona que no se usaba. Compramos todo lo necesario en Leroy, como el mortero para tapar un enorme hueco que teníamos, también la masilla, y ante todo la pintura de pizarra y la pintura para el suelo. Después con añadir un tablero de pino como mesa, un listón para dar una sensación de separación de la pizarra y un poco de cariño, hemos pasado de una habitación abandonada a un perfecto lugar de estudio. Aún queda, pero poco a poco!