

Dentro de la renovación de la cocina que estoy haciendo, estaba la renovación del suelo.
Cambiar todo un suelo es algo que se puede hacer en una reforma, pero en este caso no era el momento.
La solución ideal ha sido poner un suelo de vinilo autoadhesivo sobre el alicatado que existía, y aunque es la solución que menos obra lleva, tiene su complicación, sobre todo cuando la cocina está amueblada y con los electrodomésticos. Os cuento como lo he hecho yo y los materiales que he ido necesitando.
Lo primero el suelo autoadhesivo, lo pues encontrar aquí , yo tenía claro que quería un suelo de vinilo, y aunque al principio miré el suelo en clic, rápido me di cuenta que no era lo que necesitaba gracias a esta guia y esta otra guia
Una vez elegido el tipo de suelo autoadhesivo en lama, me fui al catálogo y busqué uno que me encajase, y elegí uno imitación madera, realmente chulo y que combinaba bien con muebles, el nuevo revestimiento de la pared y la nueva encimera
Ahora a instalarlo, básicamente me guié por este video Así que compré la masilla y la imprimación y me puse manos a la obra
Lo primero la limpieza, hay que limpiar bien tanto las baldosas como las juntas, para que luego adhiera bien tanto la masilla como la imprimación. Como es la cocina, es importante limpiar toda la grasa, para eso lo mejor es la sosa, o un producto a base de sosa, o hidróxido sódico, además es el producto de limpieza que indica el envase de la imprimación.
Para limpiar, usé un barreño con un litro de agua caliente, y una cucharada o tapón de sosa granulada, y luego a frotar con un estropajo y en las juntas con un cepillito. Muy importante usar guantes y protegerse los ojos de salpicaduras, la sosa provoca daños en la piel en pocos segundos y en los ojos de inmediato, si te cae, lávate rápidamente con mucha agua corriente, pero vamos que no tiene por que pasarte nada si lo haces con atención.
La masilla es necesaria para igualar la altura de los azulejos, en mi caso más que necesaria, porque las baldosas estaban realmente mal puestas, menudas ganas tenía de perderlas de vista, en algunas llagas había más de 2 mm de salto, así que fue en esas zonas donde más material, se fue, y donde más esfuerzo puse por igualar y lograr una continuidad.
Despues de la masilla, una mano de lija, y luego una segunda pasada de masilla donde no me había quedado satisfecho con las transiciones entre baldosas, y otra vez lija en esas zonas, y listo.
Después de la masilla me decidí a dar imprimación, aparte de que lo dice en el video que os indico, lo pregunté en tienda y me lo confirmaron, y además me di cuenta que la masilla, incluso una vez seca, si pasabas un trapo húmedo, se podía llegar a disolver… y la estanqueidad entre las juntas de las lamas de vinilo autoadhesivo es buena, pero no está garantizada, así que ya estaba seguro de que le iba a dar imprimación. Y me alegro de haberlo hecho, porque la base para las lamas autoadhesivas quedó mucho más uniforme. Decir que la adherencia de la imprimación a las baldosas me resultó excepcional. Así que me quedé contento.
Ya por fin tocaba pegar las lamas, eran de 15 x 90 cm aproximadamente, y empecé a colocarlas por la tira central, para poder ir hacia los dos lados.
Para colocar la siguiente banda, decidí no poner la junta de la lama justo en el centro, o sea, si la lama mide 90, no ponerla justo en la mitad a 45 cm, yo la puse como a 40 de un lado y 50 del otro, asimétrica, y fue todo un acierto, te digo por qué. Primero, estéticamente no coinciden todas las juntas alineadas, lo que para mí hace un poco feo y parece más que son baldosas cerámicas, desalineado quedó más natural, casual y orgánico, que va más a las lamas imitación madera. Y segundo, de ese modo, los sobrantes que te van quedando van teniendo distintas longitudes y son mas reutilizables para acabar las siguientes bandas, de ese modo siempre tienes un trozo que casi encaja y el desperdicio de material se me redujo prácticamente a cero. Toda una victoria.
Yo tuve que lijar la puerta por debajo, aunque las láminas son muy finas de unos 2mm, mi puerta rozaba en un par de puntos, así que la tuve que sacar y lijar en esas zonas
Lo último, rematar el suelo junto al las paredes, para eso usé una silicona neutra en color , como hay varios colores, puedes elegir el que mejor encaja con el suelo.
El mayor problema fue pegar el suelo detrás de los muebles y los electrodomésticos, como no los quería sacar, tuve que hacer un poco de tetris, y moverlos a la zona del centro que ya había cubierto mientras lo ponía en la zona despejada.
Fue un poco laborioso, por el hecho de tener la cocina amueblada y llena, pero realmente el acabado merece la pena y era clave para la renovación de la cocina.
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