Aprovechando la mudanza, mi marido y yo decidimos comprarle un dormitorio nuevo a nuestro hijo, que como podreis ver se compone por colores muy juveniles y modernos: tiza, turquesa y lima (una combianción muy bonita). Pues bien, del piso de donde veníamos teníamos dos cómodas blancas que me casaban perfectas en la nueva distribución, ¡pero eran blancas! Así que recurrí a la amplia gama de colores que tienen en Leroy Merlin, donde solo eliges el color desde una paleta y en dos minutos... ¡tachán! Tu botecito de pintura preparado. Para poder elegir el color perfecto me llevé a la tienda un cajón de cada color. Y reconozco que entre Vicente, Luz (asesores de la sección de pinturas) y yo acertamos con los tonos.
Material necesario:
- Imprimación todo terreno gris
- Pintura turquesa hecha por la máquina
- Pintura lima hecha por la máquina
- Colorante negro (yo utilicé dos tubitos)
Pasos a seguir :
- Empezaremos limpiando bien la superficie a pintar
- Luego saqué todos los cajones y los pinté del color que había elegido para cada frente
- Y por último,que quizás fue lo más complejo, fuí poniendo gotas de color negro a la imprimación gris para ir oscureciendo y conseguir el tono tiza del resto de muebles (para hacer pruebas iba pegando pequeñas pinceladas en una zona que sabía que no iba a estar a la vista)
Como podeís ver,gotita a gotita conseguí un tono bastante parecido. Por cierto, ¡las baldas de arriba también eran blancas!

Ahora solo me queda colocar los pomos y tiradores que tengo pedidos al fabricante del dormitorio.