Construí una piscina de madera de 300x300x120 centímetros, semienterrada tras excavar el terreno y preparar una solera de hormigón con muros de contención. El montaje, si bien lento debido a la gran cantidad de tornillos, no resultó complicado. Una vez ensamblada, la protegí con una tela de huevera contra la humedad y rellené el exterior con grava.