🌿 Proyecto: "Un refugio fresco y seguro para los juegos de nuestros hijos"

Nuestra casa es una obra nueva, llena de ilusión, pero también de retos que solo se descubren al vivirla. Uno de los espacios que construimos con más cariño fue el cerramiento acristalado de 25 m² que convertimos en la habitación de juegos de nuestros hijos de 3 y 6 años. Queríamos que tuvieran su propio rincón para crecer, imaginar y disfrutar, pero este verano nos encontramos con una gran dificultad: el efecto invernadero del cristal.

A pesar de instalar un split de aire acondicionado, el calor dentro de la habitación era insoportable y apenas pudieron disfrutar de ese espacio que tanto significa para nosotros como familia. Verlos jugar durante unos minutos y luego salir sofocados fue desalentador.

Por eso, mi propuesta es mejorar el aislamiento del cerramiento acristalado con soluciones que reduzcan la radiación solar y hagan la estancia más fresca, eficiente y habitable:

• Instalación de un toldo o lona regulable en la parte superior del cerramiento, que permita cubrir el cristal en los meses de mayor calor y retirarse en invierno para aprovechar la luz natural.

• Aplicación de láminas solares en los vidrios, que disminuyan la incidencia directa del sol y reduzcan la entrada de calor sin renunciar a la luminosidad.

Con este proyecto no solo buscamos un ahorro energético real (menor uso de aire acondicionado y reducción de la factura), sino sobre todo crear un espacio saludable y confortable para nuestros hijos, donde puedan jugar, aprender y crecer sin que el calor se convierta en un obstáculo.

Soñamos con verlos dibujar, inventar juegos y reír en su habitación de juegos durante todo el año, no solo en invierno. Creemos que este proyecto es una inversión en su bienestar y en el futuro de nuestro hogar.

Por qué deberíamos ganar: Porque más allá del ahorro energético, este proyecto simboliza lo que de verdad significa hacer una casa más eficiente: poner la energía al servicio de la vida y la familia. Queremos transformar un lugar que hoy se convierte en un “horno” en verano en un refugio fresco, eficiente y feliz, donde nuestros hijos sigan creando recuerdos inolvidables.

Gracias