
Cambié el ordenador de torre por un portátil y... ya tuve que cambiar otras cosas...
La impresora la tenía a la entrada de la habitación, y la mesa que tenía, ya no encajaba en el sitio, así que, encontré un mueble de lavabo que me gustaba y tenía los espacios interiores justos para meter todo el material de papelería. Y, luego... los colores no casaban y, decidí pintarlos todos...
La habitación es pequeña, pero, ahora está mejor aprovechada. Los muebles claros dan aspecto de más espacioso. Y la impresora, sobre el mueble, al fondo, ya no es ese bulto que te encuentras al abrir la puerta.
El acabado de la mezcla de pintura a la tiza con el protector es espectacular, mate puro, pero, duro y lavable 100%.