Cuba restaurada.

Hace un tiempo mi hermano compró un tonel que estaba para tirar a la basura directamente, por un precio bastante asequible. La madera, llamada duela, y las partes de acero que ajustan y sostienen el barril llamados flejes, estaban en un estado lamentable. La única pieza que presentaba mejor aspecto era el tapón de plástico.
Barrica recién comprada.

El primer paso fue sujetar los flejes que andaban sueltos con una maza de plástico, y una vez que el tonel estaba rígido y no se movía ni una de las piezas de acero, lo lijamos todo con una lija fina de 120. Como casi no le quedaba nada de barniz, no nos costó mucho este paso. Como la idea era colocarlo en el exterior, en una zona donde hace mucho frío, en vez de protegerlo con un tapaporos corriente, usamos un tratmiento para exterior que garantiza protección contra la humeda y los rayos UV. A parte de ser fungicida y preventivo contra los insectos.

A continuación, después de otra suave lija, aplicamos barniz de exteriores en una color roble oscuro para intentar disimular algo más las manchas y los desperfectos por el paso del tiempo. En realidad al final fueron 3 manos de barniz para disimular todo.


Una vez las duelas bien barnizadas, queda imprimar el acero con un producto especial para aluminios. Para no manchar la madera ya barnizada pusimos la tapamos con cinta de carrocero, y luego con una brocha plana pequeña aplicamos el producto.
Y el último paso fue aplicar un esmalte antioxidante negro que nos permite mantener el tonel en el exterior con una excelente protección. Con dos capas la terminación fue excelente.

Y este fue el resultado final de un barril casi para tirar y que ahora hace las funciones de mesa en un patio rural. Como nuevo.

Es un trabajo sencillo de realizar y muy agradecido ya que enseguida vemos la mejora del tonel. El tiempo que se tarda son varios días, pero por el hecho de respetar bien los tiempos de secado, porque en menos de una hora cada día, lijamos y aplicamos los distintos productos.
Saludos!