
Hace tiempo encontré en la calle una ventana de una casa antigua y decidí rescatarla para usarla como decoración en mi salón. Tuve que lijarla, limpiarla, y quitar el óxido de las piezas de metal. Luego la pinté con pintura acrílica y la colgué de la pared con escuadras sujetas a la madera.

Conservé el color de las piezas de metal original y barnicé la ventana con un barniz mate. Decoré su alrededor con una pieza de barro al estilo mudéjar que yo misma diseñé.

Después, compré una planta y un tiesto decorado al estilo clásico de patio andaluz y lo colgué también con sus escuadras correspondientes.

El resultado final fue un rincón que simula viejos recuerdos del patio de la casa de pueblo de mi abuela, que espero que siga creciendo, añadiéndo más cosas de decoración a su alrededor.
