El avellano es originario de Asia Menor, siendo importado por los griegos. En España su cultivo comenzó a difundirse a mediados del siglo XIX. El avellano proviene de la familia Betulaceae, Corylus avellan L. (Avellana común). Es un arbusto que puede alcanzar hasta los cinco metros de altura y tiene un ramaje muy irregular. A continuación, te contamos cómo cuidar y cultivar un avellano.

Antes, te contamos cuáles son las principales partes que componen un avellano:
- Raíces. Son poco profundas, muy largas y nudosas.
- Son grandes, ovaladas, rugosas, caducas y de un color amarillento.
- Las flores masculinas son colgantes y amarillas y las flores femeninas crecen en ramillete con un color rosado-rojizo.
- Lleva una cáscara amarronada que protege la semilla.
¿Cómo cuidar y cultivar un avellano?
- Clima: El avellano es de clima templado. Se desarrolla mejor en espacios aireados y con cierta humedad y en terrenos profundos y blandos. Es excepcionalmente vulnerable a la sequía, la cual no tolera, y le puede provocar la caída prematura del fruto.
- Variedades del avellano: Existen tres principales especies de avellanos:
- Corylusavellana racemosa. Su fruto es redondo. Sus ramas son oblicuas y las cubren grandes hojas. Las avellanas se agrupan en racimos. Algunas de sus variedades son: San Juan o San cono.
- Corylusavellana glandulosa. Su fruto es muy grueso, muy parecido a la bellota. Este avellano es muy vigoroso. Algunas de sus variedades son: Cannellina, Nepulli, Avellano común, Avellano de España, etc.
- Coryluaavellana máxima. Su fruto tiene forma de globo, desarrollándose muy rápidamente. Es un árbol que alcanza gran altura. Las variedades más conocidas son: San Giorgio, San Elmo y Avellano estriado.

- Plantación: Abre hoyos de 40 cm de profundidad para meter el plantel. Deja gran distancia entre planta y planta si vas a cultivar más de un ejemplar. El momento adecuado para la plantación, es cuando el árbol entra en vegetación.
Los avellanos se cultivan de dos formas:
- Plantación en árbol. Se plantan alineados y con poca distancia entre árbol y árbol. De esta manera, favoreces posteriormente la recolecta de la avellana.
- Plantación en matorral. Los planteles deben haberse despojado de las yemas para que no salgan brotes.
- Abono: Si el avellano crece en un terreno muy alcalino, su abono debe ser compuesto por micronutrientes que suplan las carencias de este tipo de suelo.

- Riego: Si el clima es cálido, tendrá necesidades de riego, pero siempre con cuidado de no excederte. Si el avellano se cultiva en secano, debe de poder disfrutar de lluvias en invierno y primavera para garantizar el buen desarrollo de las flores y los frutos. El momento en el que necesita de más riego es durante el crecimiento y el desarrollo de la avellana. Los sistemas de riego más usados son:
- Poda: Como ocurre con la mayoría de árboles frutales, existen tres tipos de poda:
- Poda de formación. Es la que marca la forma y crecimiento del árbol.
- Poda de fructificación. Esta poda estimula el crecimiento del fruto para que sea moderado cada temporada.
- Poda de clareo (limpieza). Se eliminan ramas y brotes secos o viejos. Se puede hacer manualmente o mediante herbicidas.

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