Antes y después de mi pequeña cocina, renovada sin obras

Cuando entramos en el nuevo piso resultaba bastante obvio que todas las habitacione necesitaban un cambio y una de las más necesitadas era la cocina, que era pequeña, estaba bastante anticuada y además muy mal distribuida. Un horror, vaya.

Como es un piso de alquiler no iba a meterme en obras sino que necesitaba darle un lavado de cara que no supusiera excesivo tiempo ni, por supuesto, mucho dinero. Los armarios son blancos, correctos, así que se podían aprovechar pero los azulejos eran tremendamente feos y deprimentes con ese color gris y esos floripondios. Por eso cubrir los viejos azulejos y colocar unos nuevos sobre ellos fue un paso imprescindible, igual que sustituir algunos de los armarios por baldas donde colocar los platos y barras donde colgar las ollas y sartenes. El almacenaje visto hace que la cocina se vea ahora mucho más espaciosa y menos agobiante. Los toques de color, las paredes negras y los detalles de color hacen el resto, rejuveneciendo la cocina al menos 30 años.

Ahora es mucho más funcional y bonita, así que **os animo a que renovéis vuestra cocina sin obras porque, ¡merece totalmente la pena!

Dr. Livinghome