Cambiar el look a la cocina

Después de estar con el suelo vinílico adhesivo en la cocina varios años, volví a darle otra vuelta al look de la cocina.

Esta vez compré suelo vinílico machihembrado, con sistema clic, que imita la madera. Se corta fácilmente con cúter, excepto cuando has de cortar “remates” que cuesta un poco más, pero con el cúter y unos alicates, para romper, me apañé. En la tele he visto cortarlo con la sierra de calar. Utilicé un mazo de goma para juntar correctamente las lamas.

Llevo más de un año con este suelo y estoy encantada, para andar descalzo es muy cómodo, no es frío y tiene buen tacto. Para limpiarlo, muy sencillo, con la fregona.

Rematé los bordes con un rodapié, las esquinas las corté a inglete. Lo pegué al azulejo con adhesivo de montaje y los remates fueron con silicona.

Esta vez el suelo me subió lo suficiente como para que el zócalo de los muebles de la cocina no los pudiera volver a colocar y para que las puertas no pudiera cerrarlas. El zócalo lo corté unos milímetros con la sierra de calar y las puertas después de intentar lijarlas, decidí poner en las bisagras unas arandelas que las subieron los milímetros que necesitaba, viendo que no afectaba a la parte de arriba de las mismas.

Los perfiles metálicos que separan el suelo de la cocina con el resto de la casa, los despegué para poner el suelo y luego los volví a pegar con adhesivo de montaje. Para que se pegara bien puse enciclopedias encima.

En el salpicadero de la cocina puse losetas adhesivas. Para los cortes por enchufes y demás, con el cúter se corta fenomenal y los remates con aguaplast.

Realicé algunos cambios más sutiles pero que también se notan en el conjunto, como cambiar los tiradores de puertas y cajones, cambiar los estores y cambiar los embellecedores de la luz (enchufes, interruptores, etc.)

Espero os guste tanto el resultado como a mí.