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Mi hijo estrenando la pintura de pizarra.
Hola a todos. Lo primero decir que hay que quitarse el miedo y lanzarse a la aventura, y lo segundo, que si algo no te gusta: píntalo.
Me vinieron muy bien los consejos del personal de la tienda de Leroy Merlín en Albacete, que son encantadoras/es y muy dispuestas/os a ayudar. Gracias.
Después de ver en revistas de decoración muchas cocinas y ver la mía, que fue moderna hace veinte años, me gustó el combinado pizarra y blanco, y me lancé. No estaba muy convencida de poner negro en mi pequeña cocina, pero tuve la suerte que habían traido a la tienda una pintura de pizarra de color azul, y esa compré.
Así era antes
Así era antes
Así era antes
Lo primero le pegué una buena limpieza a la cocina con la vaporeta, para desengrasar bien. Desués quitamos todas las puertas, no sin antes numerar y marcar donde iba cada una, para no equivocarnos con el color, y facilitarnos el montaje al terminar.
Empezamos por los muebles y las puertas.
Lijadita e imprimación. Lijadita y primera mano de pintura. En los muebles de arriba puse el canteado azul y puertas en blanco, en la de abajo puertas azules y rodapies y encimera en blanco. Lijadita y segunda mano. Listo.
Luego nos pusimos con la encimera.
Esta llevaba imprimación, dos capas de pintura y dos de barniz especialmente resistente, con sus correspondientes lijaditas entre capas.
Nos llevó tres días acabar, pero no porque fuera complicado, sino por los tiempos de espera a que se secara la pintura entre capas.
Bueno, ya para terminar aproveché para reorganizar el contenido de los muebles, y optimizar el espacio, mientras le dabamos tres días de asentamiento a la pintura antes de darle tute.
Estoy muy contenta con el resultado y os animo a que lo hagais, es como tener cocina nueva sin gastar demasiado.
Resultado final
Resultado final
Resultado final