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Cabecero renovado con friso
En el conjunto de muebles que se han modificado para renovar la decoración de la habitación principal de casa está incluido este cabecero. La idea es armonizar todos los componentes de la estancia en un mismo estilo decorativo, el que me gusta denominar "playero". Con el sobrante del paquete de friso de pino que utilicé para la cajonera, he tenido material suficiente para revestir la estructura del cabecero.
Materiales y herramientas:
- Sierra de calar y hoja de corte fino para madera
- Escuadra, flexómetro y marcador
- Atornillador eléctrico con broca para metal y madera D 4 mm
- Friso de madera natural y listones de abeto 13 x 25 x 2000 mm
- Martillo y clavos para madera de 1,3 x 20 mm
- Pintura decorativa efecto tiza
- Esponja, pincel y lija para madera de grano medio
Paso a paso:
1. Lijar. El paso previo a la pintura es pasar por toda la estructura una lija de grano medio.
2. Pintar. Una vez se retira con un paño húmedo el polvo del lijado, se aplica con pincel la pintura sobre toda la estructura metálica. Respetando el tiempo de secado, se le aplican un total de dos capas.
**3. Soporte del friso. **La sujeción del friso se realiza clavando cada lámina sobre rastreles. La forma de este cabecero requiere acoplar a la estructura metálica dos listones, así que se cortan a medida. Sobre la estructura metálica, se realiza en el centro y en los extremos un agujero para atornillar la madera desde la parte trasera del cabecero.
**4. Cortar el friso. **Tomada la medida exacta de distancia en altura de los rastreles, se cortan las lamas.
5. Fijar las lamas. El sistema de fijación es muy sencillo, se clavan los clavos sin cabeza a los rastreles. Es recomendable empezar la colocación de las lamas del centro a los extremos, como se puede ver yo cometí el error de empezar desde un extremo. Dejar para el final las lamas de los bordes permite que la composición sea simétrica. Las de los extremos se han de recortar para eliminar el ranurado y dejar un acabado liso.
**6. Pintar las lamas. **Este es el último paso y el más rápido. Con pintura a la tiza, una esponja y agua, el acabado tipo veladura se termina en un minuto. Con la esponja ya húmeda de agua, se moja en un poco de pintura y se extiende siempre en dirección a la veta. Puedes estirar mas o menos la pintura al gusto. Una vez seco, se pueden añadir más capas del mismo color o aplicar un tono diferente.
Las imágenes retratan la diferencia entre el estado inicial del cabecero y el actual. Con una pequeña intervención, ¡se consigue un mueble nuevo!
Y listo, este es el resultado final añadiendo cuatro detallitos más.
Si te lanzas a renovar el cabecero de tu habitación, encontrarás muchas más ideas para inspirarte en la seción de Proyectos, como el cabecero de lorsaralegui o el cabecero pintado de Rubiela.
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