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Dormitorio fresco
Aunque este trabajillo tiene ya tres años, hoy ha sido un gran día para mí y quiero celebrarlo compartiéndolo con todos vosotros.
Hacía poco había cambiado el color de unas mesillas de forja negro que tenía en esa habitación, pero el conjunto quedaba muy soso. Así que decidí darle un toque de color a la pared cabecero.
Como todo lo que hago, del diseño inicial a lo que al final realizo, cambia bastante. Pero eso me gusta, cuando medito el diseño, veo distintas opciones, veo pros y contras a la hora de llevarlo a cabo. Y al final, ésto me ayuda a hacerlo de una forma más sencilla pero con un resultado más vistoso y original.
Y para no enrollarme más, os voy a contar cómo lo hice.
Dado que las paredes estaban perfectas, me evité dar plaste en agujeritos o pequeñas fisuras que suelen salir en los tabiques. Así que ya directamente protegí rodapié y extremos laterales. Y como no tengo nivel, con la ayuda del metro y unas lamas de persiana que tenía en el trastero, me marqué y encinté los límites de las líneas. Utilicé cinta carrocero de dos anchuras para dar distinto tamaño a la parte que se iba a quedar sin pintar (blanco). ¡Ah! Bueno... Y ni que decir que antes de empezar con la pintura, debéis proteger todos los muebles.
Después ya empecé a recortar los mecanismos eléctricos, rincones, techos y rodapié. Luego pasé a pintar las franjas con los tres colores que ya tenía pensado, dos azules y un pistacho que me había sobrado de otros apaños caseros. También he de decir que el azul oscuro lo mezclé con un botecito que hay en Leroy Merlin que sirve para pintar con el efecto cristal. Pero yo me lancé y lo mezclé con una pintura normal. El resultado fue el deseado, que según le da la luz o tu posición respecto a la ventana, notas unos reflejos brillantes. En las fotos no se aprecia, pero es muy chulo, recomiendo la pintura efecto cristal.
Y ya por último, antes de que secara la pitnura, retiré todas las cintas de carrocero y “vualá”. Aquí tenéis el resultado final.
No sé si a todos os gustará, a mí mucho. Y de lo que más orgullosa estoy es que, cuando ha venido un pintor a casa para hacer otras cosillas porque yo ando más justa de tiempo, al verlo se pensaba que era papel pintado!!