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Llevaba tiempo queriendo hacer algo con palets, así que aproveché que mi hija me pidió que le cambiase la habitación para hacer la pared del cabecero.
Lo primero fue desmontar, limpiar y desinfectar con lejía los tablones de los palets. Este último paso es importante sobre todo si van a estar en el interior de nuestro hogar. Yo los metí en la bañera y los froté con cepillo de cerdas gruesas.
Luego los fui poniendo en el suelo para formar la combinación que me gustaba y una vez ajustados los corté a la medida deseada, en mi caso 1,20 de ancho x 2,40 de alto.
Los numeré por detrás para que me fuese más fácil y rápida su colocación y los lijé.
Como la pared tiene un pequeño saliente coloqué un listón de pino a 1,20m del rincón y así me servía de apoyo para ir colocando los tablones.
También pinté de color marrón el tramo de pared que iba a cubrir, ya que los tablones no encajan a la perfección y hay zonas en las que se ve el fondo de la pared, de esta forma queda todo uniforme.
Para ir más rápido me puse todos los tablones en el suelo ordenados y ya procedí a su colocación.
Utilicé el adhesivo de montaje EXPRESS de Ceys y fui comprobando cada fila que colocaba con un nivel para no torcerme y que quedase mejor. Sujeté las piezas entre sí con cinta de carrocero para asegurar bien su agarre.
Y tras unas cuantas horitas y un par de manos de barniz, este fue el resultado...
¡Espero que os guste!
Y aquí os dejo el enlace de cómo quedó la habitación terminada.