¡Hola a tod@s!
El primer proyecto que voy a enseñaros es como transformamos esta habitación vintage (por no decir antigua XD ) en el estudio que necesitaba. Como veis la estancia necesitaba una mano de pintura y darle un poco de luminosidad, ya que tenía unas cortinas muy tupidas que no dejaban entrar la luz.

Lo primero que hicimos fue quitar las cortinas y pintar la habitación de blanco para darle más luminosidad y sensación de amplitud a la estancia. Utilizamos la pintura en color blanco mate de la marca Impact, es fácil de lavar y además cubre muy bien. Después instalamos el suelo laminado marca Artens, en color gris como en el resto de la casa.
Respecto al armario empotrado que había en la habitación, en principio tenía la idea de arrancarlo, porque no me gustaba nada. Como podéis ver, era de madera en color marfil y llevaba una moldura trenzada dorada. Al final decidí customizarlo y estoy súper contenta con la decisión, además de quedar muy bonito es muy útil porque caben un montón de cosas.
Antes...

Para ello, primero arranqué la moldura dorada, lijé la superficie con una lija de grano fino y le di una capa de imprimación (Imprimación todo terreno blanca de la marca Beissier ) para cerrar el poro de la madera y así reducir el gasto en pintura y mejorar el acabado. Después lo pintamos con el esmalte blanco satinado de la marca Resistant colors, para aplicar ambas pinturas nosotros utilizamos un rodillo pequeñito de espuma básico para multisuperficies.
A continuación forramos las puertas con papel pintado de rayas blancas y grises. Lo pegamos con la cola especial para papel pintado ayudándonos del kit de empapelar, que nos resultó muy útil para evitar burbujas. He de decir que después de un año está perfecto, ni se ha estropeado ni despegado.
Lo siguiente que hicimos fue hacerle los agujeros a las puertas y cambiarles los tiradores por estos de bolitas blancas.

Quitamos una de las puertas para aprovechar los estantes que había en una parte del armario y utilizarlos como estantería. Para cerrar la abertura lateral que quedaba al quitar la puerta, utilizamos una madera blanca que cortamos a medida.
Lo último que hicimos fue colocar un enrollable blanco translúcido, que deja pasar mucha luz y colocar el escritorio y los objetos de decoración. Después...
Pues eso es todo, creo que ha sido más largo contarlo que hacerlo, así que animaros a transformar vuestras habitaciones viejas, porque merece la pena. Espero que os haya gustado y cualquier duda que tengáis la resolvemos en comentarios.
¡Hasta la próxima!