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Un dormitorio tribal inspirado en la naturaleza
Hola, ¿cómo estáis? Hoy quería mostraros el resultado final del proyecto de mi habitación. Han sido muchos meses y muchos proyectos para obtener el resultado final.
Como ya os he comentado en mis anteriores proyectos, todo empezó cuando decidí unir dos habitaciones e incluir de esta forma el vestidor en mi habitación.
Fue un proyecto un poco caprichoso cuyo mayor trabajo e inconveniente radicaba en tirar la pared que unía ambas habitaciones. Pero merecía la pena, ya que a pesar de que el dormitorio era bastante grande, era un poco estrecho para mi gusto.
Además, al integrar la otra habitación conseguiría tener más luz natural al poseer esta una ventana, y así conseguiría darle de paso un toque más fresco y natural. Y con el cambio también evitaría el problema de tener la ropa en dos habitaciones diferentes. Anteriormente, la habitación tenía un toque ecléctico muy teatral.
Los materiales y herramientas que utilicé fueron los siguientes:
- Cincel
- Martillo
- Sierra de calar
- Cortacables
- Suelo vinílico adhesivo (utilicé el sobrante del suelo del baño)
- Tapagrietas ligero
- Llana
- Pintura azul sinfonía
- Pintura para techos y paredes blanco amplitude
- Rodillo y brocha
- Cinta de carrocero
- Espátula
- Flexómetro
- Cemento
¿Quieres saber el paso a paso? Te lo explico a continuación:
1. Comenzamos haciendo bocetos a mano e imágenes en 3D para hacernos una idea del resultado final. En un principio pensamos en abrir un gran hueco en la pared que unía ambas habitaciones, pero luego decidimos tirarla casi por completo.
2. Lo primero fue averiguar qué cables pasaban por esa zona de la pared, para mi suerte solo pasaban los de un enchufe que había en la misma. Así que cortamos la corriente eléctrica y anulamos el mismo.
3. El siguiente paso fue quitar el marco y la puerta de la habitación secundaria para posteriormente tapar el hueco.
4. Comenzamos a vaciar y mover los armarios de la habitación contigua, ya que se encontraban justo en esa pared. Y cubrimos con plásticos todos los muebles, lámparas y el resto de objetos de las dos habitaciones.
5. Trazamos una línea recta en el trozo de pared que íbamos a conservar y empezamos con la demolición. Al tratarse de paredes de cartón yeso de 7 cm aproximadamente, no fue muy difícil.
6. El cambio era espectacular a simple vista, siempre y cuando no mirásemos los escombros que habíamos generado, pero lo solucionamos en varios viajes al punto limpio de nuestra ciudad.
7. Posteriormente, alisamos el techo y rellenamos el hueco del suelo en el que estaba incrustado el tabique con cemento, nivelando de esta forma el mismo. Dejamos secar durante varios días y aprovechamos para limpiar a fondo, ya sabemos el polvo que genera una obra.
8. El proyecto iba tomando forma y llegó la hora de pintar. Comenzamos por el techo, elegimos una pintura monocapa color blanco.
Posteriormente, tapamos los agujeros de la pared con tapagrietas ligero y, una vez seco, pintamos las paredes y dejamos secar.
9. Tras el secado, lo primero fue reestructurar los muebles en su nuevo lugar, organizar la ropa de nuevo en los armarios e ir dando forma a la decoración de la habitación. Primero nos centramos en la pared del cabecero, había conservado el papel pintado que tenía anteriormente, pero nos apetecía darle un toque más natural y étnico a esta pared.
10. Compramos hilo de trapillo e hicimos un macramé étnico para decorarla. Colgamos algún cuadro y poco más, ya que al tener un papel estampado no queríamos sobrecargarla.
11. Después, colocamos las cortinas para dar intimidad a la estancia. Como es habitual en mí, las cortinas también tenían que tener mi sello personal, así que usé cintas decorativas para crear unas cortinas étnicas totalmente personalizadas.
12. El toque natural de las plantas no podía faltar, es imprescindible en cualquier estancia. Para ello, usamos algunos objetos que teníamos por casa para realizar un jardín vertical con cajoneras.
13. Tenía claro desde un principio que el foco decorativo de la habitación tenía que ser la pared que unía las dos habitaciones. Así que plasmé en ella toda mi personalidad e ingenio con cuadros.
14. Para terminar, colocamos una alfombra tejida a mano que aportaría el toque de color, algunos cojines, mantas, etc. Y la habitación quedó terminada.
Como resultado final obtuvimos una habitación luminosa con toques naturales y donde se respira calma.
Espero que os haya gustado e inspirado. Si vosotros también tenéis algún proyecto que compartir, subidlo a nuestra sección de Proyectos. ¡Os esperamos!
