Comunidad
Este fin de semana hemos montado un pequeño huerto urbano para enseñar a los pequeños de la casa como cultivar algunos vegetales.
Aquí tenéis la caja del kit en el que venía todo lo necesario:
Tras abrirla, comprobamos todo lo que traía: las patas con los tornillos, una malla geotextil, una paleta de plantación, humus de lombriz, tres bloques de fibra de coco, una caja con diferentes semillas y un botecito de potasa de las minas de Sallent y Súria (El Bages), las más importantes de Europa de extracción de este mineral.
Y para verlo mejor, lo sacamos todo de la caja:
Empezamos por atornillar las patas. Para hacerlo, nada mejor que un buén ayudante!
Aquí veis como quedó, una vez montadas las cuatro:
La volteamos y... voilá!
Para que no se escape la tierra, le añadimos la malla geotextil y la grapamos, haciendo un dobladillo en los bordes superiores:
A continuación, hidratamos la fibra de coco con cinco litros de agua (siguiendo las instrucciones del fabricante)
Y así es como queda una vez hidratada y desmenuzada con las manos (aumenta su volumen una barbaridad!)
Repetimos la operación con un segundo bloque de fibra de coco, y añadimos el humus de lombriz:
Una vez mezclado todo, lo volcamos al contenedor de madera que hemos montado previamente:
Lo esparcimos bién y alisamos la superfície, sin presionar mucho para no apelmazar el sustrato:
Añadimos de 6 a 8 gramos de potasa por la superficie (el fabricante indica que con una vez al año es suficiente)
Y, finalmente, plantamos las hortalizas, ya sea en semilla o en plantel
Y ya sólo falta esperar que crezcan!