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Hoy os dejo esta cajita decorada con una transferencia de un mandala.
Me encantan estos motivos y no podía pasar la oportunidad de plasmarlo en esta cajita de madera que ya en su día pinté y envejecí con una pátina.
La transferencia de imágenes es una técnica muy sencilla que requiere de mucha paciencia.
En primer lugar, apliqué un poco de cola diluida sobre la superficie a transferir y a continuación apliqué una capa de barniz al agua incoloro y mate sobre la imagen.
La imagen no es más que una impresión láser de un dibujo predefinido que encontré en internet.
Uní ambas superficies pasando un trapo suave y seco sobre el papel para que quedase bien adherido y sin pliegues.
Dejé secar un día completo, y al día siguiente comencé a retirar la celulosa del papel.
Para ello mojé con agua tibia el papel y comencé a frotar suavemente con una brocha hasta eliminar por completo la celulosa.
Cuando la imagen quedó nítida, dejé secar y apliqué una última capa del barniz sobre toda la superficie para protegerla.
Y así quedó mi cajita decorada. ¿Qué os parece?