Desde hace un tiempo veía una pared del salón muy desangelada, necesitaba un aparador o algo que fuera decorativo pero que también sirviera como almacenaje, tengo una casa pequeña y no puedo desperdiciar espacio. Necesitaba una solución económica y que fuera original.
La decoración de esa estancia de la casa es muy sobría y en tonos muy neutros, por lo tanto podía permitirme el lujo de centrar un poco ahí la atención. Para algo así lo mejor siempre es recurrir a la pintura o al papel pintado, y ya que tenía bastante sobrantes en casa de esto último decidí aprovecharlos.
Ya solo necesitaba un par de cajoneras neutras y un ratito para ponerlo todo en conjunto.
Materiales y herramientas necesarios:
- Cinta de doble cara ancha, fijación fuerte
- Tijeras
- Cutex
- Regla o algo para cortar recto
- Varios Papeles Pintados acordes al estilo de la estancia

Los pasos a seguir fueron los siguientes:
1. Desmontar los frentes de los cajones para trabajar más comodamente y no hacer recortes muy visibles
2. Cortar el papel a la medida que cubra todo el cajón, por delante y por detrás ( como si lo envolviéramos de regalo pero sin poner papel en exceso, solo una vuelta a la tabla
3. Ponemos en el frente de la tabla, por el lado visible, dos tiras de cinta, lo centramos en el papel fijándolo bien y ya podemos envolverlo por la parte de atrás, fijando también con la cinta, ésta no debería verse ya que queda debajo del papel. Debemos de ser curiosos a la hora de las esquinas y dobleces
4. Montamos los frentes y listo!
Sugerencia: Podéis colocar también tiradores decorativos, quedan genial y así protegemos el papel al no tener que manipularlo directamente para abrir y cerrar los cajones