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Cambio de aspecto de un cuadro
Ahora te voy a enseñar a darle un cambio radical a un cuadro que tenía en el trastero. Estaba pasado de moda y lo único que se me ocurría era tirarlo. Pero hay que pensar dos veces antes de tirar algo a la basura, y en este caso cambié de opinión antes de hacerlo. Mira qué bonito ha quedado.
Lo puedes comparar con el original. No es que sea muy feo, pero ya estaba cansado de él, y además estaba un poco pasado de moda.
Los materiales y herramientas que te recomiendo tener a la hora de hacer algo así son los siguientes:
- Pintura chalky finish
- Espátula
- Brocha de 20 mm
- Adhesivo rápido
- Alicates
- Cera de patinado bronce
Voy a ir paso a paso explicándote lo que he hecho, de manera que te será muy fácil seguir mis pasos.
1- Comencé por ir desmontando con cuidado todas las piezas del cuadro. Con unos alicates quité, una a una, las puntillas que sujetaban el marco con el resto de la estructura. Las guardé para volverlas a usar luego al colocarlo de nuevo.
Después, con ayuda de una espátula y haciendo palanca, desprendí los abanicos de estaño del cartón que hace de fondo. Ya puedes ver las piezas por separado.
2- La misma espátula que me ayudó a despegar los abanicos, ahora es la que usé para quitar los restos de adhesivo.
3- Una vez que estuvo todo limpio, comencé a dar la primera mano de pintura. Usé la pintura chalk paint. No sé si has oído hablar de ella, se trata de una pintura acrílica mate de gran cubrición. Uno de los beneficios que tiene es que no hace falta lijar o preparar el soporte antes de pintar. Gracias a esta característica es posible adelantar mucho en tiempo y trabajo.
Fíjate solamente en la primera mano que di y cómo iba cubriendo. Tras esperar aproximadamente dos horas, repetí con la segunda mano. Esta vez pasando la brocha en sentido cruzado a la primera. El color que usé es el piedra suave.
4- Como este tipo de pintura se fija sobre cualquier superficie, también pude pintar los abanicos con ella. Eran de estaño repujado y cualquier otro tipo nos hubiera podido dar problemas de adherencia, pero esta no. Los pinté de un gris humo, para que destacaran sobre el tono gris claro del fondo. Gracias a que la pintura es acrílica, pude usar la misma brocha sin ningún problema. Se lava bajo el grifo y queda como nueva.
5- Cuando pinté el marco usé el color negro, porque me gustaba el efecto tan fuerte que le daba a la composición, un color oscuro cerrando todo el cuadro.
6- Monté todo el conjunto igual que estaba, pegué los abanicos en el lugar que ocupaban con ayuda de un pegamento rápido y volví a sujetar con las puntillas la estructura al marco.
7- Fijé la pintura chalky con un barniz. Este hace que no se levante la pintura y la protege de mancharse. Lo apliqué con una brocha exactamente igual que la pintura.
8- Como paso final, apliqué una fina pátina en bronce sobre los abanicos. La cera se puede aplicar con una brocha, extendiéndola suavemente después con un paño. En mi caso opté por mancharme el dedo y pasarlo por la superficie más rugosa de las figuras, haciendo así que resaltara más. Fíjate bien en la foto para que veas cómo lo hice.
Bueno, el cambio no es espectacular, pero sí se le ha dado un aire nuevo a un cuadro que no pegaba en ningún sitio de la casa.
Si quieres ver los cuadros que hacen otros usuarios, puedes echar un vistazo al proyecto de @DecoMiriam, que nos enseña cómo renovar cuadros. También me ha gustado mucho un cuadro con frases positivas que nos muestra @AnnaPalau.
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