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Crear un menú suculento
MENÚ SUCULENTO
Como ya comentamos en una entrada anterior, no éramos grandes fans de las plantas crasas y suculentas, pero..... "donde dije digo, digo Diego".
Y lo que antes aborrecíamos, porque no tenía interés alguno, cambia para convertirse en una de nuestras obsesiones_,_ al igual que le sucede a esta chica, de la que ya os dejamos un enlace en una entrada anterior:
Así que en esta ocasión, os vamos a mostrar este miniproyecto, el cual realizamos con materiales muy al alcance de la mano de cualquiera, baratos, sin un gran coste, que son resultones y conjugan perfectamente con cualquier creación floral que queramos hacer.
En primer lugar, elegimos el soporte donde iban a situarse las pequeñas plantitas que queríamos utilizar, y pensando qué podíamos emplear como tal, finalmente nos decantamos por un plato, con cierta profundidad, de color blanco y del que todo el mundo en casa tiene alguno que puede rescatar para tal menester.
Le añadimos un poquito de tierra con arena, para que drenara de forma correcta, pero dado que prácticamente no iba a recibir riego, no se perforó la base del mismo.
Posteriormente, elegimos las plantas que íbamos a utilizar, las cuales adquirimos por un precio irrisorio (1€), en LEROY MERLIN, sección de jardinería.
Os pedimos disculpas si no podemos identificar correctamente cada una de ellas, pero dentro de una misma familia existen tantas variedades, que esa tarea la dejamos para los más entendidos.
En la siguiente foto, aparece lo que se conoce como Planta Madreperla o Graptopetalum, el cual forma con sus hojas como una especie de roseta preciosa. Lo curioso de esta planta es que según reciba la luz solar, tiene un tono irisado, o verdoso, incluso en ocasiones puedeser de un rosa pálido.
La segunda que utilizamos forma parte de las cactáceas, llamándose Lengua del Diablo, y con las espinas que tiene se entiende muy bien el por qué de la nomenclatura...
Muy diferente al resto, es la que se conoce como Fauces del Lobo, que es muy curiosa en la formación de sus hojas, y parece una mandíbula abierta con sus dientecitos.
Para que el primer cactus no se sintiera tan solo, optamos por completar con una Biznaga de Chilitos, también de cueropo globoso y verde oscuro intenso.
Y para terminar, optamos por dos Haworthias, una es la pigmaea, y la otra la pumila, con dos tonos muy diferentes, que contrastan con el resto de la composición.
La mejor opción para conseguir un diseño adecuado o a gusto del creador, es situar las pequeñas plantas sin sacar de sus macetas, hasta ver que todas ellas encajan de forma armónica. Una vez elegida su localización, despacito y con buena letra, se van acoplando en los huecos deseados.
Realizada esta tarea, y para hacer más interesante el resultado, se pueden elegir diversos materiales que se mezclen entre ellas, y que le otorguen un toque diferente.
En nuestro caso, optamos por cortezas de pino, piedras y cómo nooooooo, conchas de caracoles, más económico y baratito, imposible.
El resultado final, un centro resultón, de poco mantenimiento, original y low cost, ¿Qué más se puede pedir?
Esperamos que os haya gustado esta nueva entrada, y recordad que todo tiene una segunda oportunidad, (hasta un plato viejo...)
http://laandanadelaabuela.blogspot.com/2018/03/menu-suculento-como-ya-comentamos-en.html