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Decoramos una caja de madera con efecto decapé o cerusa
Hoy quiero enseñarte una caja que he decorado con la técnica decapé. Se trata de respetar el color de la madera, pero tiñendo los poros y vetas en un color determinado. El más usado es el blanco, pero yo lo he teñido de turquesa con colorante universal para pintura para darle un aspecto más actual.
Para ello usaremos los siguientes materiales:
- Caja de madera sin barnizar
- Cepillo de alambre
- Base selladora para cerusa
- Cerusa
- Espátula de acero
- Muñequilla de algodón
- Aguarrás puro
- Lana de acero fina
- Cera de acabado incolora
- Colorante universal azul turquesa
1- La madera debe estar limpia de cera, grasas y cualquier producto que cierre el poro. Comienzo por frotar fuertemente con el cepillo de alambre de latón. Siempre lo hago en la dirección de la veta porque necesito que la parte más blanda se vacíe y quede la más dura en la parte superior.
Mira en este detalle cómo debe quedar. Es muy importante, ya que en estos surcos es donde entrará la cerusa.
2- Aplico el tinte elegido con una brocha suave. En este caso me gustaba el color roble, pero puedes usar el color que quieras, aunque intenta que resalte con el color final del decapé. Puedes dar una mano solo, o si consideras que te queda muy claro, te admite tantas como quieras.
Deja siempre que seque una hora o dos entre capa y capa. En mi caso he aplicado el tinte porque la madera era muy clara, si te gusta el color de origen de tu madera, este paso te lo puedes saltar.
3- Cuando el tinte está bien seco, aplico dos manos de base selladora, dejando entre una y otra que pasen dos horas. De la misma manera, hay que dejar pasar otras dos hasta comenzar con el siguiente proceso.
4- Ahora sí que está preparada la madera para aplicarle el efecto de cerusa. El bote en origen hay que agitarlo muy bien y es de color blanco. Yo le he aplicado unas gotas de colorante universal en azul turquesa y con la brocha he dado una capa generosa de producto. Me aseguro de que entre muy bien en todos los poros y grietas.
5- Tras esperar un cuarto de hora aproximadamente, con una espátula limpia, retiro todo el sobrante superficial.
Dejo pasar otro cuarto de hora o así antes de pasarle la muñequilla de algodón impregnada de aguarrás. Froto ligeramente retirando toda la capa superficial que ha quedado. El trapo no entra en los huecos, que precisamente es donde quiero que se quede la pintura incrustada.
Puedes optar por retirar más o menos cerusa para que quede a tu gusto. Yo le retiro bastante y dejo que solo se vea el azul por algunas partes. Aquí puedes ver un detalle del resultado final.
La opción de acabado que te ofrezco es aplicar una buena mano de cera incolora, que le da un tacto muy agradable y un satinado muy natural. O puedes, en cambio, optar por la utilización de un barniz. No tiene esa suavidad al tocarlo, pero sí que obtendrás una protección más fuerte.
Debes elegir qué acabado quieres en función al uso que le vas a dar finalmente. Por ejemplo, si va a ir a la intemperie, tienes que aplicar necesariamente un barniz de exterior. Mira mi resultado final.
Espero que te haya gustado la terminación de mi caja. Y, por supuesto, quiero darte las gracias por acompañarme con tu lectura. Hasta la próxima.