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La verdad que hoy en día, compramos por comprar en muchas ocasiones y sin saber que con menos dinero puedes devolverle la vida a cualquier cosa. Pues eso me pasó con la silla de escritorio de mi hijo.
Como buen previsor que soy, quizás demasiado, le compré con dos años la habitación entera incluyendo la mesa de escritorio y su silla para cuando empezara en casa a hacer deberes. Ahora que tiene 5, le quise cambiar la silla porque el paso de los días el sol ha deteriorado su estado original.
Lo fácil es comprar una nueva por poco dinero, pero yo mismo me dije que no, aunque mi mujer ya tenía una comprada...
Aquí tenéis mi resultado, eso sí, con paciencia y quitando unas cuantas grapas !
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