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Un dia, decidí dar un toque sofisticado al pasillo de mi casa y al mismo tiempo protegerlo de los fieras de mis niños. Por eso pensé en un papel pintado vinílico, que a parte de darle ese toque lo mantiene impecable desde hace ya tiempo, cosa que no conseguía con la pintura. Y este es el resultado de mi trabajo. Espero que os guste.
El recibidor con un toque de purpurina
El resto en un gris plata uniforme
Dando un toque de color en alguna zona para que no quede demasiado sobrio