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Deciros que el estilo vintage está últimamente de moda no es decir ningún secreto. Este estilo parece haber triunfado a todos los niveles en los últimos años, tanto en la moda como por supuesto también en la decoración, incluso en la industria automovilística y otros ámbitos. Inspirado en los años 30-40 donde prima lo elegante y el aire romántico, se suele ver combinado hoy en día con ambientes vanguardistas, de manera que el resultado final es una mezcla perfecta entre vanguardia y toques del pasado.
En el estilo vintage puro, se utilizan piezas antiguas exclusivas, bien sea por su valor intrínseco o por el valor emotivo de la pieza en sí.
En este proyecto os muestro como le hemos dado una nueva vida a esta antigua maleta, para integrarla en el ambiente de una habitación moderna. En este caso hemos decidido restaurar la maleta para conservar su identidad lo más fiel posible. Dicha maleta perteneció a una persona especial en el pasado y he querido conservarla tal y como fué en su día, sin transformarla o dañarla de manera permanente.
La idea fué convertirla en una mesita auxiliar, de manera que tra la restauración, lo único que hice fue añadir unas patas para hacer el soporte.
A continuación os detallo los materiales y herramientas que utilizamos en este proyecto. Fueron los siguientes. Clicando encima de cada uno de ellos podéis acceder al link de la web con la descripción.
El primer paso en este caso fue la restauración de la maleta. Aprovechando un curso de restauración que hice, pude aprovechar el asesoramiento y consejos de una restauradora profesional. En este caso, al tratarse de una maleta de cartón, forrada en tejido y con elementos metálicos, los pasos fueron los siguientes:
Este proceso es delicado y debe hacerse con mucha paciencia para no deteriorar el papel. En el caso de que el interior esté muy estropeado, puede valorarse la opción de tapizar encima, de manera que quede un interior renovado, respetando el papel original. Yo personalmente, opté por limpiar en la medida de lo posible el papel original. Esto es porque aunque estaba bastante deteriorado, debido a uso posterior que le daría como mesita, no se vería en ningún momento pues estaría cerrada.
Repetimos la operación con la parte exterior. En este caso utilizamos el cepillo para sacar mejor la suciedad, ya que el tejido sí lo admite. También te debes ayudar de un paño seco limpio para ir retirando el exceso de humedad y la suciedad.
Espero que os guste el resultado final y os inspire para recuperar otros objetos de alto valor sentimental. Seguro que tenéis una maleta de este tipo en casa. Son muy decorativas y quedan genial en cualquier rincón, pues dan un toque vintage. Si os animáis, no os olvidéis de compartir el proyecto con nosotros.