

Cuando te encuentras una mesa antigua así de bonita, pero un poco maltrecha lo único en lo que piensas es, en como va a quedar de bien. Aunque parezca que no ha sufrido ningún cambio, esta mesita antigua, ha llevado unas cuantas horas de trabajo que han merecido la pena. La decisión era sencilla, aunque no soy mucho de los tonos verdes esta mesa pedía a gritos que ese color continuara en ella.

Para poner bonita esta antigua mesa necesitamos:
- Brocha redonda y lejía
- Lijas de diferentes grosores
- Brocha
- Paño de algodón
- Aceite de linaza

Limpiamos a fondo con lejía el interior del cajón y la parte inferior de la mesa, me he ayudado de una brocha redonda para que el producto llegue a todas partes, seguidamente enjuagamos con agua y dejamos secar.

Comienza el trabajo duro, el lijado: comenzaremos de mayor a menor grosor, el fin es dejar unas superficies suaves y con señales menos acusadas, en zonas donde falte algún trozo de madera no pondremos masilla, es una mesa rústica y quiero conservar ese carácter que le ha dado el tiempo, solo lijaremos y esas zonas quedarán más dulcificadas.

Limpiamos con profundidad el polvo que ha dejado el lijado con un paño, podemos utilizar para zonas de difícil acceso una brocha, ella nos ayudará a quitar ese polvo fino de lugares complicados.
Terminamos dando aceite de linaza, un producto natural que nutre, protege e hidrata la madera de una manera estupenda, esperaremos un día para dar lustre y eliminar el aceite sobrante. Si el mueble fuera más distinguido este método lo podríamos repetir de 3 a 5 veces.
Se recomienda no usar aceite de linaza en muebles que tengan pinturas o barnices, como a esta antigua mesa le hemos pasado tanta lija, la superficie se ha vuelto porosa y es idonea para este acabado.

Finalmente hemos conseguido que esta antigua mesa antes con roces, suciedad y capas y capas de verde, vuelva a la vida con un nuevo vigor, ahora su tacto es casi pulido, pero su aspecto sigue guardando ese carácter que le ha dado el tiempo y que no quería que se perdiera.

En el año del greenry esta antigua mesa puede presumir de que su verde estaba ahí, desde hace mucho tiempo, y que con solo darle un poco de cariño y de horas de trabajo, esta antigua mesa tocinera sigue siendo muy decorativa.