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Aprende cómo restaurar unas persianas alicantinas
En este caso, y dado el estado de deterioro de las persianas (demasiados años de exposición al sol sin protección), me decidí por un esmalte acrílico Resistant Satinado de Alp en color Gris Granito.
Para el trabajo necesité, además del esmalte: una lijadora eléctrica (Bosch), un taco de lija de grano fino, dos paletinas para tratamiento de madera (nº 40 de Dexter), unos alicates, imprimación selladora para madera Luxens y 16 metros de cordón del diámetro adecuado.
Tras descolgar las persianas, desplegarlas en posición horizontal y retirar los cordones viejos, lo primero que hice fue lijarlas y repasar todos los enlaces metálicos de las lamas (hay que tener en cuenta que al estar tanto tiempo colgadas, algunos de estos enlaces se abren y hay que volverlos a ajustar).
Una vez colgadas de nuevo en su sitio (se pueden colgar en otros sitio que nos resulte más cómodo), les di dos manos de selladora. A continuación las repasé con la lija manual para pulir posibles imperfecciones.
Por último, les dí dos manos de esmalte, repasando con la lija entre mano y mano. Finalmente puse los nuevos cordones.
Y este es el resultado.
