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A nuestros peques les encanta contar historias con marionetas, pero necesitábamos un guiñol que no ocupase mucho espacio, fuera ligero y fácil de guardar.
Con una plancha de las que se pueden encontrar en la sección de madera hicimos la parte principal, los soportes se quitan y se ponen fácilmente para poder guardarlo detrás de la puerta del dormitorio. Algo de color y dibujos que los niños nos ayudaron a hacer. ¡¡ Ahora la historia de caperucita es mucho más divertida de contar!!