Hacer un jardín vertical con palés: Parte 2. El montaje y la iluminación
Hola compañer@s hoy os presentamos la segunda parte de nuestro proyecto, esto es, el montaje... Ver más
Solemos pensar que las plantas de interior son de hojas decorativas de distintas tonalidades de verde. Sin embargo, podemos utilizar numerosas plantas con llamativas flores, ya sean por sus formas, disposición o colores.
A continuación, te enseñamos cómo cuidar diferentes plantas de interior con flor.
2. Vriesia (Vriesia splendens)
3. Guzmania (Guzmania lingulata)
4. Anturio (Anthurium scherzerianum)
5. Begonia de flor (Begonia semperflorens)
6. Kalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)
7. Violeta Africana (Saintpaulia ionantha)
8. Espatifilo (Spathiphyllum wallisii)
10. Cabo Primrose (Streptocarpus parviflora)
11. Violeta de los Alpes (Cyclamen Persicum)
12. Cactus de Pascua (Rhipsalis)
13. Zapatitos de Venus o Zapatitos de la Virgen (Calceolaria)
14. Alegría (Impatiens New Guineana)
Es una bromeliacea originaria de Brasil, en estado silvestre vive sobre los árboles, aunque en jardinería recibe tratamiento de planta terrestre. Si se la cultiva sobre tronco, resulta muy atractiva.
Necesita mucha luz, pero no directa, y se desarrolla mucho mejor con temperaturas cercanas a los 21 ºC. Es recomendable utilizar macetas de pequeño tamaño, ya que sus raíces son poco desarrolladas y su sustrato ha de ser ligero, tipo turba, musgo y raíces; igual que sus riegos.
Otra bromeliacea de la zona de América central y del sur. Esta planta necesita mucha luz para conservar su colorido. Si se acumula agua en el “embudo”, la zona central de su roseta, es conveniente vaciarlo para evitar enfermedades por hongos. Descubre aquí los tipos de hongos que hay.
Estas plantas deben estar a una temperatura en torno a los 20 ºC, con buena iluminación y riegos espaciados en el tiempo.
Culmina su belleza con la aparición de una “inflorescencia” vivamente coloreada. Requiere un mayor grado de humedad ambiental y, al igual que las anteriores, después de la floración muere, por lo que debemos extraer los hijuelos que salen alrededor de la roseta madre.
Originaria de bosques lluviosos tropicales de América, le gusta la humedad ambiental y lleva muy mal los cambios bruscos de temperatura, por eso hay que buscar un sitio en casa lo más uniforme posible y bien iluminado. Es muy conocida por su inflorescencia, generalmente de color rojo. No hay que enterrar nunca la corona de raíces de la base, sino simplemente cubrirlas con musgo y utilizar una tierra ligera y porosa.
Necesitan mucha luz sin sol directo y, además, debemos evitar el encharcamiento, ya que son plantas muy delicadas en cuanto a enfermedades fúngicas: botritis y mildiu. Por eso, regaremos en el plato o bien sin mojar flores ni hojas.
Su sustrato ha de ser ligero y rico en turba. Su abonado debe ser mensual para conseguir una planta con una floración muy abundante y duradera. También hay begonias de interior de “hoja” con formas y colores espectaculares.
Esta especie es originaría de Madagascar y sus híbridos son los que se han comercializado conociéndose por todo el mundo. Se trata de una planta suculenta de espectacular floración, hojas brillantes y de colores variados.
Es importante dejar secar el sustrato entre riegos, ya que es muy sensible a la podredumbre. Muy parecido a la planta anterior.
Pequeña planta que crece en grietas verticales de las zonas montañosas de Tanzania, por lo que las hojas pilosas no toleran el contacto con el agua. El riego lo realizaremos por inmersión de la maceta en un recipiente con agua unos minutos, dejando drenar el exceso. Prefiere una exposición media a la luz, nunca directa, evitando los cambios bruscos de temperatura. Esqueja muy bien por hoja y la limpieza de su roseta puede realizarse con un pincel.
Planta procedente de las zonas palustres (lugares permanentemente encharcados) de las costas de Colombia y Venezuela. Es muy conocida por su gran inflorescencia, la disposición de las flores sobre las ramas o la extremidad del tallo, de color blanco. Un truco es disponer un plato sobre el que descansa la maceta con arcilla expandida o grava volcánica para retener agua. Prefiere temperaturas altas y zonas bien iluminadas, pero cuando viene el verano es mejor llevarla a zonas algo menos iluminadas.
Planta originaria del sureste asiático, presenta hojas carnosas de color verde oscuro en su base. Tiene raíces aéreas que crecen buscando la luz, por lo que necesita un recipiente transparente y un sustrato muy suelto, a base de turba y corteza de pino. Varias veces al año emite unos tallos verticales, en cuyo extremo florecen unas vistosas flores en forma de mariposa. Puedes encontrarlas de variadísimos colores, que le dan un aspecto exótico muy llamativo. Necesita un riego suave cada 7 días y agradece la humedad ambiental, por eso, le gusta que le pulvericen las hojas.
Procedente del continente africano y la isla de Madagascar, es una planta de hoja perenne. Le gusta estar en semisombra, de forma que recibe luz natural sin que le den directamente los rayos del sol. Es suficiente con que la riegues una vez a la semana, sin que se encharque el sustrato. Este debe ser mantillo rico en nutrientes. Si le aplicas estos sencillos cuidados, te regalará con unas pequeñas flores en forma de trompetas violetas durante todo el año.
Es una planta bulbosa de origen mediterráneo. Presenta hojas triangulares en distintos tonos de verde. Produce numerosos tallos verticales con flores de diversos colores. Le gusta el frío, por lo que se desarrolla y florece en invierno. Con los primeros calores se marchita y solo queda el bulbo, que dará lugar a una nueva planta el otoño siguiente. Debes situarla en un lugar luminoso y fresco de tu casa, regándola de manera moderada para evitar que se pudra el bulbo. Para aumentar la producción de flores, retira los tallos marchitos para dejar lugar a nuevos ejemplares.
Es una planta suculenta, es decir, de hojas gruesas que acumulan humedad en su interior. Tiene hojas planas colgantes, que se van ramificando hasta formar auténticas cascadas. Necesita muy poca luz, así que podrás usarla para decorar las zonas más sombrías de tu casa. En invierno produce unas pequeñas flores de color rosado que le aportan un encanto especial.
Son plantas de pequeño tamaño originarias de sudamérica. Son plantas vivaces, con un período vegetativo limitado, acabado el cual se marchitan. Tienen abundantes hojas de color verde oscuro, pero lo más característico son sus flores de colores amarillos o naranjas y que se asemejan a zapatitos de bebé. Necesita abundante luz natural, pero no soporta el sol directo. También necesita temperaturas bajas, ya que no soporta el calor. Los riegos abundantes, 2 o 3 semanales, y agradece los ambientes húmedos, así que te recomiendo que la pongas sobre un platillo con piedras cubiertas de agua para favorecer su evaporación.
Es una planta de aspecto compacto con numerosas hojas de color verde intenso que dan lugar a formaciones semiesféricas. En verano produce numerosas flores simples pero muy decorativas. Si recibe suficiente luz, puede seguir floreciendo en invierno. También necesita abundante luz natural, pero no tolera el sol directo. En cuanto al riego, no debes dejar que se seque el sustrato porque acusa mucho la falta de humedad.
Si tienes dudas, puedes abrir un nuevo hilo de conversación en el Foro de Jardinería. Si te animas a cuidar plantas de interior o cualquier otro tipo, puedes mostrarnos el proceso en la sección de Proyectos.
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