Mini jardín vertical para la cocina

RecyCrafts

En Recycrafts seguimos empeñados en demostrar a todo el que haga falta que con muy poco dinero se pueden hacer proyectos fantásticos, a la altura de los de las mejores revistas de decoración. Y si no, ¿qué nos decís de este mini-jardín de pared para la cocina o la terraza? Una estantería súper original, hecha por ti y que llevará la naturaleza a tu cocina, tu balcón o a donde quieras.

Puedes utilizarla para colocar cactus, plantas trepadoras… O si la pones en la cocina, para crear un pequeño huerto de aromáticas con el que dar sabor a tus platos. Es un trabajo al alcance de cualquiera, que además sale muy barato. ¡Por menos de 50 euros podrás crear tu propio jardín vertical!

En el centro Leroy Merlin solicitamos que nos cortaran las piezas de la estantería a la medida. De un tablero estándar obtuvimos una pieza grande para el fondo y dos baldas para las plantas. Una vez en el taller, comenzamos el trabajo forrando la tabla del fondo con el vinilo adhesivo de bambú, y las estanterías, con el de color blanco.
Los cantos de las tablas los cubrimos con canto adhesivo color wengué. Es muy fácil de colocar: primero se quita el papel protector y luego se va fijando en el canto de las tablas, presionando bien. El sobrante se retira con un cúter afilado.
Para colgar el panel de la pared sin que sobresalga, equipamos el taladro Ryobi con una broca para madera del nº 8 y taladramos unos rebajes ciegos en las esquinas superiores del tablero. Después, colocaremos unos tornillos con tacos en la pared y encajaremos los tornillos en los rebajes de la tabla.
Para sujetar las baldas en la tabla, atornillamos unas escuadras bicromatadas discretas y atractivas sobre las que se apoyarán firmemente. Para ello empleamos unos tornillos bicromatados acordes al grosor de las tablas. Los insertamos utilizando el taladro Ryobi en función atornillador.
Los colgadores para escobas nos servirán para colocar las herramientas de jardinería y tenerlas siempre a mano. Decidimos colocarlos en sentido horizontal en lugar de en vertical, como suele ser habitual. De nuevo, el taladro atornillador Ryobi hizo la tarea de lo más sencilla.
En la parte inferior del tablero decidimos fijar dos ganchos para colgar trapos, guantes… ¡O un divertido cartel de pizarra como el que vamos a hacer a continuación!
La base para el cartel es una tabla recuperada de un viejo palet de obra, cortada a la medida y lijada. Una o dos manos de esmalte negro pizarra bastan para convertirlo en un cartel.
Para colgarlo, taladramos dos agujeros grandes con una broca para madera de 16 mm e insertamos una cadena formada por dos anillos de metal en cada uno. Solo falta colgar los anillos de los ganchos y escribir un evocador mensaje en tiza. ¡Un jardín encantador donde los haya!