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De la basura al protagonismo: restauración de muebles
¡Muy buenas, bricoladores! Hace algún tiempo en una de estas que iba a tirar la basura me encontré junto a los contenedores una mesitas de noche que alguien decidió que no les quedaban más vida... Aún sin saber qué iba a hacer con ellas, decidí subirlas y se quedaron en la terraza esperando al día en que les tocaría remodeling. ¡Y ese día llegó! Os muestro cómo lo hice y los materiales que usé para darles un cambio radical:
Lo primero, como véis fue desmontar los tiradores que estaban completamente destrozados y era imposible reutilizarlos. Después de esto una buena mano de lija a toda la superficie. En mi caso como usé para la restauración _Chalk Paint o Pintura a la tiza, _no necesité devastar demasiado la superficie ni quitar el barniz original, ya que esta pintura se caracteriza por su buen agarre en cualquier material. Mi lijado sirvió sobre todo para unificar una superficie que estaba muy dañada.
Como veis, conté con ayudantes (que más que ayudar se dedicaron a mirar y dar el visto bueno).
Donde sí insistí más con el lijado fue en la tapa superior porque quería crear contraste de colores, el cuerpo de las mesillas irían de un azul intenso mientras la tapa la quería barnizar de color nogal. Para ello, tuve que esmerarme en el lijado y usé además de la lijadora tradicional una herramienta multifunción para acceder en las zonas difíciles de las molduras y no dejar nada del antiguo barniz.
Después con una pasta para madera reparé desperfectos, grietas, tapé los agujeros de los antiguos tiradores, etc. Existen pastas para madera de todos los colores para que puedas elegir el que más se parezca a tu pieza, en mi caso como las partes reparadas las iba a repintar, me daba igual el color de fondo así que la que usé era de color blanco. El proceso correcto sería una primera aplicación, dejar secar (cuanto más tiempo mejor, para que seque en profundidad, según fabricante) y después de una lija volver a dar una segunda mano de pasta para dejar la superficie lo más lisa posible. Luego de dejar secar esta nueva capa dar una lija fina y quedará perfecto.
Al día siguiente con las zonas reparadas con pasta secas, llegó el momento de pintar. Como os comento, al usar pintura a la tiza no fue necesario imprimación ni ningún tratamiento previo. Para el barniz acrílico de la tapa superior sí apliqué un tapaporos previo, para darle una buena base ya que sóo quería darle una mano para no oscurecer demasiado.
Y para darle el toque final, con una cera decorativa color café le fui dando con una brocha seca muy poco cargada y muy gradualmente, para darle un toque vintage a juego con el estilo de la mesilla y en contraste con el color elegido. Además le puse unos tiradores de archivador en color bronce. ¡Y este es el resultado!
Antes y depués:
¡Espero que os haya gustado!