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Hoy os comparto, el que ha sido para mí el proyecto más difícil en cuanto a pensar cómo inventarlo...
Con dos cachorros de mastín, era imposible mantener poblado y bonito el jardín. A la que plantabamos semillas, correteando las arrancaban y nunca llegaba a crecer... Y se encontraba así:
Así que dándole vueltas a la cabeza, decidimos vallar la zona a plantar y esperar a que creciera...
Os dejo el paso a paso:
1- Construir una valla con materiales reciclados: Todo el contorno metálico blanco es el contorno de una antigua piscina que ya no usábamos. Y listones de madera para collarla a pared y suelo. Cortamos con radial la valla a la medida que necesitamos (IMPORTANTE limar bien los cantos cortados) y atornillamos a los listones que hemos previamente collado a suelo y pared.
2- Abrimos zanja en el perímetro del terreno para pasar los tubos necesarios para instalar el riego automático.
3- Pasamos tubo de polietileno de 25mm, que conectaremos a una conexión de agua (en nuestro caso, a un grifo de manguera) y a los aspersores.
4- Enterramos hasta cubrir todo el tubo con abono universal, en el cual hemos mezclado las semillas de grama para distribuir uniformemente por todo el terreno.
Programamos el riego para 15 minutos cada noche.
Y aquí observamos como empieza a crecer, pero hay roales.
5- Volvemos a mezclar abono con semillas especiales para repoblar el césped. Están mucho mejor seleccionadas para asegurar el crecimiento. Y aún falta por crecer, pero así va quedando:
En cuanto acabe de crecer, ya podemos retirar las vallas y a disfrutar de nuestro jardín 🥰👌🏽.
Materiales utilizados: