Comunidad
Sobraban muebles en la habitación de nuestro hijo, y a la vez nos hacía falta un recibidor. Así que decidimos que la cómoda del peque sufriera una trasformación para “desinfantilizarse”.
Nuestro resultado final.
Materiales:
Lija
Pintura esmalte gris
6 tiradores negros
El "antes" de la cómoda.
Los tiradores verdes le daban un toque infantil; los juguetes evidentemente también.
Primeramente, protegimos bien la terraza para que no se manchara de pintura y llevamos la cómoda y sus tres cajones por separado (sin los tiradores infantiles).
La lijamos bien, eliminando casi por completo el barniz y el color anterior. Era una cómoda nueva y sabíamos que cogería bien el color porque de lo contrario quizá hubiéramos aplicado entonces una imprimación. Cuando estuvo listo, le dimos la primera capa de pintura gris. Y hasta tres más, en casi 48 horas.
Una vez seco, colocamos los seis nuevos tiradores que le dan un aire mucho más serio. ¡Y nuestro nuevo recibidor estaba listo!
De hecho, compramos un potos para acompañarlo y convertimos el pasillo en un lugar nuevo.