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Las cajas de cartón están presentes en todos los hogares, ya que, muchos de los productos que consumimos, vienen en ellas: zapatos, bombones, cereales o electrodomésticos. Como creo que el mundo DIY es la forma más creativa de reciclaje, te voy a mostrar cómo le he dado un nuevo uso a una caja de bombones.
Materiales y herramientas:
Paso a paso
1. Pinté toda la tapa con la pintura azul. Le di una capa generosa que tapase el color original de la tapa, a la que hacía algún tiempo le había pegado unas siluetas de silicona.
2. Apliqué barniz craquelador por algunas zonas de la tapa y respeté el tiempo de secado que recomendaba el fabricante.
3. Di por toda la superficie una fina capa de pintura de color piedra. Ya se iban marcando las grietas del barniz craquelador, dejando un efecto envejecido.
4. Utilicé pasta de relieve. Si no tienes, puedes usar aguaplast en pasta por las zonas en las que no has aplicado el barniz. Resalté algunas zonas, tanto en el frente de la tapa como en los lados, creando volúmenes y texturas.
5. Aceleré el proceso de secado con la pistola de calor.
Con la pistola, no solo sequé la superficie, sino que también conseguí que se formasen unas pequeñas pompas en la pintura. La puse a baja temperatura para evitar el decapado.
6. Repasé los volúmenes con el color aguamarina y el metálico champagne, y le di toques de forma aleatoria. Utilicé los dedos en lugar de un pincel o esponja porque así solo pintaba los relieves.
7. Ahora comenzarás a ver la transformación de la caja. Apliqué una generosa capa de pintura color piedra por toda la superficie. Lo hice con esponja, a golpecitos, para conseguir una superficie rugosa.
8. Respeté el tiempo de secado, media hora, y coloqué cinta de pintor formando líneas verticales en toda la caja. Este paso me ayudó a crear rayas de igual tamaño.
9. Pinté toda la caja de color azul. Las zonas que iban tapadas con la cinta quedarían en color piedra, y las que no están protegidas serán azules.
10. Retiré la cinta de pintor y dejé secar.
11. Mezclé a partes iguales betún de Judea y cera para conseguir una pátina que protegiese la superficie de la caja.
12. Con esta pátina cubrí toda la superficie, tanto la tapa como la caja. Unifiqué los diferentes tonos y texturas que tiene el proyecto.
13. Dejé secar y saqué un poco de brillo con un trapo de algodón.
14. Con el rotulador marker fui dando pequeños toques por toda la caja. Conseguí el efecto de gotas de pintura.
15. Coloqué una etiqueta para identificar el contenido y este es el resultado.