Rescaté estas sillas al lado del contenedor , creo que fué mi vecino quien las puso allí, solitas, indefensas y pensando ellas que ya no valían para nada, pero mi amigo Diógenes me dijo, dales una oportunidad, y claro que si, hay que dar rienda suelta a nuestra creatividad y a esas ganas de cambiar un poco nuestro entorno simplemente reutilizando lo que para otras personas no tiene valor.

Los materiales fueron :
- Las sillas rescatadas.
- Vaqueros
- Pintura para muebles de interior de la marca de Leroy, en color rosa.
Las herramientas:
- Trapos para limpiar la silla, agua y jabón.
- Lija para las patas.
- Paletina
- Grapadora manual.
- Ganas de transformar.

El coste no fué mucho teniendo en cuenta que solo compré la pintura, pues los vaqueros siempre los reciclo y la grapadora ya la tenía.
Como lo hice:
- Primer paso limpiarlas.
- Segundo paso desarmar vaqueros y obtener trozos lo suficientemente grandes para adaptar al asiento y el respaldo.
- Pintar las patas.
- Sacar un patron con periodico para recortar la tela de la medida aproximada más un trozo generoso para jugar con el tensado de la tela.
- Grapar.
- Disfrutar de unas sillas recicladas muy cómodas pues el tapizado que tenía aunque feillo no estaba mal
Las traseras de los vaqueros con sus bolsillos para hacer un guiño al reciclado.
La silla terminada, el trozo de suelo también tiene reciclado de cerámica.
Silla elegante por detrás y por delante.
Espero que les sirva de inspiración, un abrazo a reciclar, a decorar, a crear.
Mary H.