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Instaladores de cocina poco profesionales
Muy señores míos:
Esta queja es en relación a los múltiples incidentes, que acontecieron en la instalación de los muebles de cocina del presupuesto nº 219455 del Leroy Merlin de Majadahonda.
Como cliente que contrata una instalación esperaba una profesionalidad que como aficionada al bricolaje no tengo, confiaba en su empresa y en la imagen que da de responsabilidad y seriedad. Pero estos valores han desaparecido por completo. No entre en su momento ni voy a entrar ahora en valorar si 508 euros es un precio adecuado o no para instalar 6 muebles, 4 puertas y 2 encimeras. Simplemente expuse lo que necesitaba, incluidos los detalles particulares como la mesa con el sobrante de la encimera y acepte el precio que me dijeron.
Pero la realidad es que la profesionalidad brillo por su ausencia. Tanto los pequeños detalles que le insistí a María Eva F. (la cinta de canteado para la mesa, la prolongación del tubo de la campana…) y que me aseguro que no habría problema, que los instaladores van con todo el material necesario y más. Y a pesar de incluso decírselo a ellos cuando llamaron para concretar la cita, el resultado fue que no lo tuvieron en cuenta. Pero lo peor es que tampoco debieron leer el pedido, cuando en vez de un mueble de puerta y cajón trajeron un mueble de bajo fregadero y en vez de dos encimeras de 3,6 m trajeron 3 (de 3,6 m, 2,4 m y 1,2 m esta última golpeada). No traer el material correcto, fue solo el principio de lo casi parece una odisea.
Yo, que debería haberme desentendido de todo, estuve todo el tiempo pendiente de la instalación, recogiendo los plásticos, limpiando el serrín que se acumulaba por todas partes, aclarando donde iban las cosas, recordando cosas que se olvidaban…
Por ese error típico de querer tener la cocina acabada cuanto antes y no enfadarme más de la cuenta acepte una serie de chapuzas, de las cuales ahora me arrepiento.
Acepte que la prolongación de la campana se hiciera con un tubo de diámetro mucho más pequeño que el que correspondía (y eso que tenían las medidas correctas), y que la unión se hiciera con cinta de embalaje blanca.
Acepte con dudas, su propuesta de sujetar el fregadero con silicona en vez ir a buscar una pinza que sustituyera a la que se rompió al retirarlo. Error que ahora tengo que subsanar yo, porque la silicona no tardó ni una semana en despegarse.
Acepte que las bisagras de la puerta del mueble de rincón, fueran las de la puerta retirada, porque no tenían las correspondientes, consecuencia de ello es que la puerta hace un clic cada vez que se abre.
Acepte que en vez de usar cinta de cantear, cantearan la mesa recortando tiras del sobrante de la encimera. Chapuza que además de verse he tenido que limar y suavizar yo.
Acepte que a pesar de pedirles que por favor fijaran los muebles altos con los 3 tacos (les explique que hace tiempo se me vino uno encima y tengo cierto miedo a que esto pueda volver a pasar), uno de ellos está sujeto solo con uno. He optado por usarlo solo para guardar cosas sin peso por las dudas.
Podría seguir con más hechos poco profesionales (rayaron la encimera en el cuter, etc..) , pero ya se hacen una idea de la calidad del trabajo.
Aceptaciones que de poco sirvieron, porque a la hora de montar la encimera no daba las medidas, y la cocina quedo en suspenso a la espera de la encimera correcta. Cuando se fueron me dijeron que llamarían al día siguiente para decirme cuando la tendrían. Pero ni llamaron al día siguiente, ni al otro, ni cogieron el teléfono cuando les llame yo. Cuando pude hablar con Maria Eva F. me dijo que tendría que esperar de nuevo a que la encimera estuviera disponible. La espera se prolongó 3 semanas.
Cuando vinieron a colocar la encimera y rematar todo lo que se habían dejado pendiente (embellecedores, ajustar las puertas (ni una sola estaba bien), etc. Volvieron a sacar el horno y la placa, que en su primera visita habían desmontado creyendo que podrían montar la encimera ese día. Pues bien, con este aparato se cometió un ERROR que no tiene perdón ni justificación posible.
Al retirarlo la primera vez, desmontaron el enchufe porque no cabía por el hueco del mueble, y al volver a montarlo, lo hicieron tan rápido que no se comprobó que los cables estuvieran bien sujetos. Todo parecía ir bien, pero la segunda vez que lo sacaron, esta vez sin desmontar el enchufe pues el agujero había sido agrandado. El cable de fuerza que había quedado suelto la primera vez se salió de su sitio. La consecuencia, que afortunadamente estaba en la cocina cuando comencé a oler a plástico quemado, y que la placa se desconectó.
Llamé a María Eva F. para explicarle lo ocurrido, y quedo en enviarme a los instaladores inmediatamente a ver qué pasaba. Ese inmediatamente fueron más de 3 horas para llamar para ver que ocurría. En ese tiempo mi marido desmontó el enchufe y comprobó lo ocurrido. El cable de fuerza estaba suelto y había quemado la clema y se estaba quemando el plástico del enchufe. Compramos un enchufe nuevo y lo arreglo. Por suerte la placa y el horno no sufrieron daños.
Parece increíble y es del todo INACEPTABLE, que unos supuestos profesionales, no se tomen su tiempo para asegurarse que el electrodoméstico más potente y peligroso de la casa, quede instalado correctamente.
Doy por sentado que fue un apto involuntario y que el instalador no fue consciente de como lo había dejado. Estoy segura que él no trabajo con las prisas y a destajo como lo hizo por gusto propio. En las 8 horas que estuvo no paro ni un momento, ni a beber un poco de agua. Incluso comento que después de mi casa tenía otra instalación. Pero la consecuencia de trabajar a destajo, podría haber sido muy grave.
Seguramente, sea él quien pague por este error. Cuando los responsables son ustedes, que subcontratan empresas instaladoras, valorando solo los costes y no, como y en qué condiciones hacen el trabajo.
Como ven, me equivoque totalmente confiando que sería más rápido y seguro dejando en sus manos esta pequeña instalación. Vista la experiencia no les quepa duda que será la última vez que yo y mis allegados contratemos sus servicios.
Estoy segura que muchos de sus clientes, aficionados al bricolaje lo habrían hecho con más detalle y cuidado que los instaladores que vinieron en su nombre.
Atentamente, Nuria García
Hola @Anonymous,
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