Por si alguien tiene pensado contratar la instalación de sistemas de energía renovable con Leroy Merlín y luego pedir la subvención correspondiente, cuento aquí mi experiencia desastrosa con Leroy Merlín.
Hace poco he instalado aerotermia con suelo radiante y punto de recarga de vehículo eléctrico con la tienda San Sebastián de los Reyes. Al pedir oferta, uno de sus argumentos de venta fue la posibilidad de solicitar subvención y que ellos te ponen en contacto con una consultora para contratar la tramitación, te dan toda la documentación que necesitas, etc.
Terminada la instalación, el 16 de abril solicito a Leroy Merlín dicha documentación, que son las fichas técnicas de equipos instalados y las facturas desglosando el importe en material (equipos) e instalación, porque así lo exige como requisito la administración para otorgar la subvención. El contacto con la consultora se lo había pedido un mes antes y al final tuve que buscarla por mi cuenta.
Ha costado un mes recibir las fichas técnicas de los equipos, pero las facturas desglosadas no hay manera. He contactado con las siguientes instancias: Oficina de Renovables (central); Departamento de Renovables (en tienda); Facturación ; Oficina de Reformas; Atención al cliente online y Atención al cliente en tienda, que son los únicos que no han podido esconderse detrás del correo electrónico o el teléfono. Después de poner todo tipo de pegas, que si no pueden separar el importe, que si no se puede modificar la factura, etc. ante mi insistencia han quedado en consultarlo con Tesorería (primera vez en la vida que veo semejante cosa)
En resumen, el panorama del servicio postventa después de haber instalado un sistema de aerotermia con suelo radiante, punto de recarga de vehículo eléctrico y haber hecho una reforma integral de la casa con Leroy Merlín es este: ignorancia completa del cliente, nadie se hace cargo de tu caso; no responden a los correos; no te pasan con el responsable de la oficina de renovables cuando llamas porque sólo te dejan enviar correos (esos que no responden); el que por fin responde algo te dice cuál es SU problema (como si fuera el tuyo) pero no busca una solución; cero empatía con el perjuicio económico potencial al cliente, cero responsabilidad, cero acción para resolverlo y cero disculpas por el vía crucis al que te están sometiendo. Y mientras tanto, los días pasando sin poder solicitar unas subvenciones que se otorgan por estricto orden de solicitud hasta agotar fondos.
Por cierto, nada de esto pasaba en la contratación. Ahí sí contestaban los correos a los dos minutos y gestionaban todo lo que hacía falta con admirable rapidez.
En resumen, buena suerte a los que tengan contemplada la subvención en su plan para recuperar la inversión de renovables.
leroymerlin.es
