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Tener un cojín tapizado sin costuras, es una gran habilidad que puede elevar el nivel de cualquier proyecto de decoración del hogar. Esta técnica, conocida por su acabado limpio y profesional es ideal para decorar cualquier rincón de tu casa. Te animamos a que crees el tuyo y lo compartas con el resto de usuarios de la Comunidad.
Material necesario:
Tablero aglomerado (30x30cm)
Foam (aislante lana de roca)
Tela para el tapizado
Cinta de doble cara
Tijeras
Grapadora
Grapas
Cutter
Cinta métrica
Vaso con agua
Paso a paso:
1-Con la ayuda del cutter, corta el foam del mismo tamaño que el tablero que hayamos elegido. Te aconsejamos mojar la zona por donde pasas el cutter con un poco de agua, resulta más cómoda la tarea de cortar.
2-Utilizar la cinta de doble cara para fijar el foam al tablero.
3-Usar el metro y las tijeras para definir el tamaño de la tela que necesitamos. En este caso, siendo el tablero de 30x30 cm, el tejido a cortar es de mínimo 50x50 cm.
4-Colocar el tejido sobre la mesa con el dibujo boca abajo y encima el tablero con la cara del foam hacia el tejido.
5-Doblar el tejido que sobresale del tablero y con la grapadora lo vamos fijando por la parte más céntrica. Se repite por cada lado del tablero la misma acción.
6-Utilizar las tijeras para cortar los sobrantes de cada esquina y fijar con la grapadora al tablero.
7-Cortar más tela para realizar la base del cojín. Para la trasera basta con cortar la tela con la medida de 40x40 cm.
8-Dobla la tela por dos caras paralelas y con la cinta de doble cara la fijamos entre sí. De esta manera el tejido queda como si estuviera cosido.
9-Utilizar la grapadora para fijar el tejido al tablero por una de las caras que aún están sin tratar.
10-Estirar con cuidado el tejido para fijar el último lado. Se utiliza la cinta de doble cara para fijarlo.
¡Listo! Ya tienes un cojín tapizado sin costuras. Esta técnica permite jugar con diferentes tipos de telas y texturas, desde terciopelo hasta cuero, adaptándose a diversos estilos de decoración. También se aplica comúnmente en la elaboración de cabeceros de cama. Estos, no solo aportan un toque de elegancia y sofisticación a cualquier dormitorio, sino que también ofrecen comodidad y durabilidad. Al evitar las costuras visibles, se logra un aspecto más uniforme y atractivo adaptándose a diversos estilos de derogación. ¡ Definitivamente es una habilidad valiosa para cualquier entusiasta del DIY!