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Cambiar el estilo de tu dormitorio
En el post de hoy vamos a ver el paso a paso de esta transformación
ANTES DESPUES
Pasamos de un dormitorio sencillo, sin personalidad, a otro totalmente diferente, con un estilo único y llamativo.
El primer paso de todos es ver donde ubicaremos la barra de la cortina, esto lo hacemos por si nos encontraramos algun problema a la hora de hacer los agujeros. Como la intención es poner papel pintado detrás, si lo colocamos y después topamos con una viga, ya habremos agujereado el papel y tendremos que volver a poner otro de nuevo. de esta manera nos aseguramos que una vez hechos los agujeros, ya nada va a dañar nuestro papel.
Continuamos por la colocación del papel pintado, en este caso yo he seleccionado uno efecto bambú, de lo más bonito.
ponemos la cola por partes y vamos colocando tiradas de papel pintado, en este caso yo ya lo he cortado previamente.
Ahora ya podemos colocar la barra de cortina y cortarle el bajo a la cortina de una forma fácil con esta cinta diseñada para ello. Solo hay que colocarla doblando la cortina y plancharla, quedará un bajo increíble, parece cosido.
Una vez colocado el papel vamos a por la luz-ventilador, este ventilador tiene un estilo costero de lo más bonito. después de colocar los soportes en el techo lo colocamos con cuidado y conectamos a la luz.
Por último, vamos a darle una transformación radical al cabecero, lo cierto es que no está nada mal, es un cabecero de madera maciza, pero quiero que este en total armonía con el resto del dormitorio, así que vamos a hacer un “efecto madera tallada” pero sin tallar. Primero lo lijamos hasta dejar la madera color natural a continuación cogeremos masilla para madera lista al uso, algunas plantillas e iremos poniendo la masilla y retirando la plantilla a nuestro gusto, creando el dibujo que más nos guste.
una vez hemos acabado todo el diseño y se ha secado, lijaremos la masilla y la pintaremos.
para darle el acabado final pondremos barniz blanco, crea un efecto desgastado precioso, sin hacer desaparecer la veta.
¡Y ya tendríamos un dormitorio totalmente restaurado!
