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Os dejo fotos de un proyecto que hice hace varios años ya, pero del que guardaba pruebas. Se trata del lacado en blanco de unas puertas barnizadas de interior color sapelly.
El proceso es sencillo, si tenemos los medios adecuados. En primer lugar desmonté las puertas (solo las hojas) para lacarlas en un lugar cómodo. Les pasé una lija fina antes, bastante superficial a decir verdad. Posteriormente les di con pistola una imprimación, para que la pintura agarrase bien, y después otras dos capas de pintura, en este caso satinada de Bruguer.
Era la primera vez que pintaba a pistola; me había informado que había que rebajar la pintura un 10% con agua y que las pasadas debían ser continuas y aproximádamente a unos 30 cm de distancia. La teoría está bien, pero lo cierto es que la primera vez me salieron burbujas y tuve que volver a lijar y pintar, pero por eso no hay que tener miedo a probar, todo tiene arreglo.
Así que a la segunda fue la vencida, aunque para otro momento necesitaré un compresor mejor que el que tenía, ya que con el mío tenía que parar a cada rato para esperar a que recuperase presión.
Las guarniciones las laqué sin desmontarlas, la verdad es que monté un lío de narices en el piso (mejor esas pistolas eléctricas que venden), pero al final quedo muy bien. Os dejo fotos para que veáis el resultado.
Y ¡muchas ganas!