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Muro para dotar de intimidad la ducha de la piscina
Tras hacer la ducha necesitaba dotarla de un poco de intimidad. Así que me empecé a plantear qué tipo de construcción podía hacer que cumpliese su función, fuese estética y la pudiese hacer sin ayuda. Necesitaba que no ofreciese resistencia al viento ya que al ser únicamente dos laterales me daba miedo que pudiese caer. Además, quería combinar la rudeza del bloque de hormigón con algo más sutil. Y finalmente, tenía que ser en tonos grises y blancos.
Primero hice una "demo" con papel de cómo podría quedar ...
Luego planteé el diseño con los bloques para ver el efecto real...
En vista de que me gustaba el resultado, me puse manos a la obra. Primero había que hacer la base de hormigón sobre la que iba a descansar el muro.
Una vez fraguado el hormigón ya solo era cuestión de ir subiendo hileras de bloques, con cuidado de que fuesen quedando alineados y nivelados.
Alcanzada la altura deseada, lo suficientemente alto para que no te vean cuando te duchas y lo suficientemente bajo para poder ver sobre él, tocaba colocar el remate y revestir el interior de los agujeros con azulejos. En blanco para seguir en la línea de grises y blancos.
Pieza a pieza fui cortando los azulejos (blanco mate) y los fui disponiendo en cada agujero.
Y como me seguían sobrando trozos de azulejo decidí probar si sería capaz de hacer un "trencadís" ...
Y este es el resultado final ...
Ha sido muy laborioso, pero el resultado ha merecido la pena.
MATERIALES:
Bloques de hormigón de 20x40
Azulejos blanco mate de 25x40
Planché
Arena
Cemento
Cemento cola
Nivel de burbuja
Paletina
Paleta
Cortador de azulejos
Crucetas
Pasta para rejuntar
Cepillo
Esponja
